1 jun 2008

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El arco no deberá sentirse asido, es necesario que esté suspendido entre dos fuerzas contrapuestas, unido en su parte superior al cielo y la inferior a la tierra. Esto hará que el brazo de la retirada consiga sin esfuerzo llegar al punto de la apertura correcta. La respiración concentrada en el vientre y los ojos en la diana abarcándola como un todo, olvidando su centro y viéndola en nuestro interior.
El disparo no finaliza con la suelta de la flecha, la postura se conserva, acompañando con una suave exhalación y aceptando la vibración del arco hasta unos segundos después de que la flecha impacte.
Esto es solo una parte de las muchas en las que puede fragmentarse el Arte y es simplemente una experiencia personal, simplemente eso.
Es indudable que un libro o la música lleven al mismo final... si interpretamos los símbolos.
"El hombre sabe, pero solo el sabio sabe que sabe"

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